lunes, 28 de octubre de 2013

El Orgullo

Posted by Harold Daniel On 3:19:00 p. m. No comments

El orgullo, a la larga, no produce ningún resultado positivo, es como una losa que aprisiona tu corazón y no te deja ir más allá de esa barrera que tú mismo te has marcado. El orgullo genera una gran distancia entre las personas, marca un muro entre amigos que dejan de serlo, en ocasiones, por malos entendidos o por conflictos que tienen solución pero hace falta tener buena voluntad para poder resolverlos.

Te damos algunos sencillos consejos prácticos para poder dejar atrás el orgullo:

En primer lugar, recuerda que como afirma Gandhi una persona que no está en paz consigo misma no podrá estar en paz con los demás. Por ello, haz las paces contigo mismo, quiérete, trátate con cariño. En general, una persona que es muy dura con los demás, también lo es consigo misma.

¿Dónde te conduce el orgullo? ¿Cómo te sientes cuando te dejas llevar por él? Las personas orgullosas, llegado el momento, se dan cuenta de que se han quedado solas con su orgullo.

Pon sentido del humor a los conflictos de la vida: aprende a relativizar, el arte de dramatizar no es nada práctico si lo que quieres es minimizar una preocupación. La persona dramática hace lo contrario, exagera todo mucho más.

El orgullo se derrumba de la mano de una palabra mágica: Perdón. Cuanto más tiempo se tarda en pronunciar esta palabra después de un conflicto, más difícil es poder resolverlo porque la situación se agrava.

Recuerda que todo ser humano es imperfecto, limitado y que el error forma parte de la existencia humana. Por mucho orgullo que tenga una persona, siempre necesita de los demás para vivir y para ser feliz. Todavía más en situaciones de debilidad como la enfermedad o el sufrimiento.

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