domingo, 2 de febrero de 2014

Aprender a NO tomarse todo como algo personal

Posted by Harold Daniel On 10:40:00 a. m. No comments

Aprender a no tomarse las cosas, los juicios, las palabras y hasta los hechos como algo personal, es una habilidad que puede resultar muy útil, y sobre todo muy liberadora.
Cuando caes en el error de tomarte todo lo que llega a tus oídos como algo personal, sientes la necesidad de identificarte con ello. Mejor dicho, tu ego necesita de ello. Responderá ofensivamente contra ti o contra la otra persona si te sientes desprestigiado y se sentirá alagado e incrementado si lo que recibes son palabras alentadoras.
En cualquiera de los dos casos, busca la aprobación externa, y aunque en ocasiones lo consiga, cedes toda tu valoración personal al juicio de otra persona, aún por encima del tuyo propio.
Un juicio, que no deja de ser relativo y condicionado por el punto de vista personal de alguien que valora en función de su situación actual o incluso intereses.
Por ello es necesario que no te tomes las cosas como algo personal, sobre todo cuando esas palabras atentan contra ti.
Todos sabemos que en función de las circunstancias reaccionamos de una manera u otra ante las mismas situaciones.
Por poner un ejemplo:
Puede que un día, te hayas estado preparando, acicalando durante mucho tiempo, para reunirte con tus amigos o amigas. Poco antes de salir por la puerta del portal, te encuentras con un vecino o vecina, que lleva un día de “perros” (con todo el respeto) o simplemente siente envidia por lo bien luces. Y su comentario sea ofensivo para ti. Algo referente al peinado, o al vestido, los zapatos o cualquier otro accesorio que se te ocurra…
Si te tomas su juicio como algo personal, en ti se crea una gran inseguridad. Quizás te arrepientas de alguna de tus elecciones sobre el conjunto, pero lo cierto es que fuera cual fuera tu elección, esta no hubiera sido distinta. Esa persona, en ese momento, arrastra cantidad de sensaciones negativas, recogidas a lo largo del día. Y aunque sea una bella y buena persona, ni si quiera es consciente de que te ofende. Es como si en ese momento estuviera dominada por un virus, y éste sintiera la necesidad de propagarse para cumplir su misión de seguir infectando a más personas. Tal como funciona un virus informático, o un virus gripal.
Es un ego despertando a otro ego. Alimentándose de la necesidad de juzgar y luchar.
Bajo esa situación imaginaria, aparece un hecho que todos realizamos en algún momento. Incluso con nuestros seres queridos. No significa que seamos malas personas o no los queramos, simplemente actuamos de manera inconsciente porque nuestro punto de vista siempre está condicionado, sobre todo cuando nos dejamos arrastrar por los acontecimientos de un mal día.
Cuando comienzas a aplicar esta habilidad de no tomarse los juicios o acontecimientos como algo personal. Eres inmune a ese virus del que hablábamos antes. Es una gran liberación. Los comentarios, los hechos, son los mismos, pero se puede decir que estás vacunado. Ya no sólo no te afecta lo que pienses los demás, sino que comprendes que en ocasiones, en la mayoría de las ocasiones, las personas actuamos en función de los acontecimientos y situaciones. Algo que todos en algún momento hemos hecho.
Además, el hecho de conocerlo y aplicarlo, minimiza enormemente tu necesidad de juzgar y automatiza el perdón hacia los demás.

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